miércoles, 21 de diciembre de 2016

Aprovechando las Vacaciones para Descansar

El tiempo de descanso es un regalo de Dios. El dispuso que descansemos una vez por semana. Dispuso tiempos de reposo. Es cuando descansamos que El nos infunde nuevas fuerzas. ¡Qué necesarias nos son a fin de año las nuevas fuerzas que El nos quiere dar!





Hace poco una amiga me hizo ver que como mamás con frecuencia tenemos que hacer esto de "hacer descansar a nuestros hijos".
Hace unos días fue el cumple de Timo. Se levantó muy temprano y recibimos unas amigas para el desayuno. La mañana fue intensa con mucho juego. Para el mediodía estaba agotado (veníamos de poco descanso...). A la tarde íbamos a pasar el día con los amigos varones al río. Necesitaba nuevas fuerzas. Con amor lo "hice descansar". Quise presentarle ese tiempo de descanso como un regalo. No como una regla a ser obedecida. Se quedó quieto 5 minutos y ¡durmió dos reparadoras horas! ¿El resultado? Nuevas fuerzas para nadar, jugar, correr y pasar una lindísima tarde.

A veces somos como los chicos: no nos queremos perdernos de nada y seguimos haciendo muchas cosas pero sin disfrutarlas producto de nuestro agotamiento. Esto se ve tan claro durante el último mes del año... parece que siempre hay un último algo del año, el cierre de otra cosa, la despedida de..., la organización de... etc. Y posponemos el descanso.


Las vacaciones son una oportunidad. Tenemos menos cosas para hacer, corremos menos. Si bien el verano es un tiempo para estar relajados y descansar, no todo descanso es reparador. Es bueno preguntarnos, ¿Después de qué tipo de descanso veo que tengo nuevas fuerzas? Es interesante que el salmista dice que el buen pastor lo guía a lugares de verdes pastos y tranquilas aguas. Sacia nuestra hambre y sed. ¿Será que el entretenimiento "vacío" no nos deja ni saciados ni descansados? ¿Será que las muchas actividades sin demasiada intencionalidad nos generan más cansancio que descanso? ¿Será que los lugares que elegimos para "descansar" en realidad nos terminan agotando? 

Las vacaciones son una oportunidad. Podemos invertir energía y tiempo en alimentarnos del Señor en Su Palabra y en oración. ¡El es nuestro pan de vida! El mismo nos dijo, "el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna." Esta es su invitación.



En este tiempo, después de recibir en casa a Felipe que ya tiene 3 meses, necesito responder a esta invitación de Jesús. Ir a El. Los verdes pastos y las tranquilas aguas suenan tentadoras, pero se que tengo que ser intencional para ser obligada a descansar en El para que mis fuerzas sean renovadas.

Mis fuerzas físicas.
Mis fuerzas emocionales.
Mis fuerzas espirituales.

Interesante que en Mateo 11:28 Jesús nos llama a ir a El. Y en el versículo 29 nos llama a aprender de El.


¡Las palabras de Jesús tienen tanto que ver con nuestro descanso! ¿Será que mucho de mi cansancio tiene que ver con mi falta de mansedumbre y con mi falta de humildad? ¿Será que cansa el enojo fácil, la irritabilidad? ¿La lucha por que las cosas se hagan a mi manera? ¡Que bueno saber que puedo aprender de Jesús y el resultado va a ser hallar descanso para mi alma!

Hace poco escuché a alguien decir algo que me trajo mucha luz. Siempre había visto con una connotación negativa tomar el yugo. Como algo cansador. Como una obligación. Sin embargo el yugo está diseñado para dividir el trabajo, para disminuírlo y no aumentarlo. El trabajo está por delante. La invitación de Jesús es a trabajar con nosotras. Solas, la vida nos cansa y se nos hace difícil. La invitación de Jesús es a alivianar nuestra carga, a acompañarnos, a facilitar nuestro diario vivir.




¡¡Cuanto necesitamos de Jesús!!
Es bueno ser intencionales al descansar. Repensar el uso de nuestro tiempo. Para mí esto tiene que ver con:
  • Retomar ritmos de descanso y volver a acostarme y levantarme temprano (paradójicamente me descansa!).
  • Ser más consistente en la lectura de la Palabra.
  • Ser más consistente en tiempos de oración.
  • Retomar las caminatas con el Señor.
  • Elegir con sabiduría el uso de la tecnología.
  • Ser selectiva al elegir los programas de salidas y recreación.
  • Buscar tiempo para la verdadera comunión con familia y amigos. Leer más acá.
¡Que sepamos aprovechar la oportunidad para buscar un verdadero descanso durante las vacaciones! Es mi oración que no viva estos tiempos con el Señor como una regla a ser obedecida sino como un regalo a ser disfrutado. Una hermosa invitación.

Y también le pido a Dios poder generar este tipo de descanso en los chicos. Que ellos disfruten de los verdes pastos y las tranquilas aguas a las que Su Buen Pastor los quiere llevar. No como una regla. ¡Como un precioso y tan necesario regalo!







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