miércoles, 15 de abril de 2020

Volviendo el corazón a nuestros hijos.

Este es un año particular. De golpe, todas las familias nos encontramos en casa. ¡Que oportunidad! Todos los padres tenemos la oportunidad única de ver cumplida la última profecía en el Antiguo Testamento:


"Estoy por enviarles al profeta Elías, antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible. El hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres, y así no vendré a herir la tierra con destrucción total." Malaquías 4:5-6

En la versión Reina Valera dice: "El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos y el corazón de los hijos hacia los padres."

¡Que bueno saber que está en el corazón y en la agenda de Dios para nosotros en estos días que volvamos nuestro corazón al de nuestros hijos!

¡Que oportunidad única de estar con nuestros hijos y volver nuestro corazón a ellos! Se que hay familias cuyos padres tienen que trabajar desde la casa, otras en que alguno de los padres tiene que salir a trabajar aún en medio de la cuarentena. Se que hay hijos que tienen grandes exigencias académicas. No todos los hogares manejan la misma dinámica, pero todos tenemos mucho más tiempo que antes para aprovechar a ver cumplida esta Palabra de Dios.

¿Cómo aprovechar estos días?

La iniciativa comienza por nosotros, los padres. ¡Volvamos el corazón a nuestros hijos! Donde está nuestro tesoro está nuestro corazón. ¡Vivimos un momento único! Aprovechémoslo para enfocarnos en nuestros hijos, para amarlos más y para expresarles ese amor.

Siempre me gustó ver a esa madre en Proverbios 31:1-2, la madre de el rey Lemuel. Esta madre instruyó y enseñó a su hijo con profecía. Pero antes de abrir la boca para enseñar, se preguntó:

"Qué pasa, hijo mío? ¿Qué pasa, hijo de mis entrañas?"

La versión Reina Valera después dice: "¿Y qué, hijo de mis deseos?"

Es una oportunidad única que tenemos para ver que les pasa a nuestros hijos.

¿Cómo podemos facilitar este proceso? 

Las puertas al corazón y los pensamientos de nuestros hijos se abren con amor y aceptación.
Siempre me impactaron las palabras del Padre a Jesús en su bautismo: "Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia." Jesús todavía no había comenzado su ministerio. La aceptación y el amor de su padre no venía por sus logros sino por quién el era: su hijo amado.
Amor y aceptación expresados en tiempo e interés. Ayudarlos con las actividades académicas es una forma de interesarnos por lo que a ellos les pasa. Pero hay otras: buscar jugar con ellos. Aprovechar a ver fotos y videos en familia, contar anécdotas, hacerles preguntas sin ánimo de crítica o juicio sino con un genuino interés por conocerlos mejor. Abrir nuestro corazón, contarles una vez más como fue que llegaron a nuestros hogares, lo deseados que fueron. Cocinar juntos algo rico. Escuchar sus preguntas y tratar de evacuar sus dudas. Escucharlos y empatizar con ellos. Leer juntos. La lectura puede ser un muy buen disparador de charlas enriquecedoras. Orar juntos nos acerca. Cantar y reír en familia, pasarla bien juntos va a ayudar a que nos reconectemos como familia con mayor profundidad.

Depender de Dios para amar como El ama.

¿Cómo podemos complicarlo?

Las frustraciones y la queja son muy contagiosas y generan distancia. La crítica, la falta de aceptación y perdón también.

Un consejo para la convivencia en la palabra de Dios dice:

"Revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto." Colosenses 3:12-14

¿Cómo cuidar esta oportunidad?

Limitemos el uso de redes sociales, whatsapp, zoom, etc para estar con los que están en casa. Seamos intencionales en el uso del tiempo. Si en lugar de pasar tiempo con nuestros hijos y de volver nuestros corazones a ellos, nos volcamos a las relaciones virtuales, al trabajo, al entretenimiento individual y tecnológico podemos desaprovechar esta oportunidad.

Antes de querer enseñar, formar y corregir cosas en nuestros hijos, invirtamos en amar.

Si en algo nos equivocamos, pidamos perdón.

Si como padres tomamos la iniciativa, damos el ejemplo, nos detenemos a amar, a servir y volvemos nuestro corazón a nuestros hijos, los mimamos, les prestamos atención, los escuchamos, los sacamos de la tecnología para ofrecerles una conexión sin apuros, unos mimos genuinos, un oído atento, un espíritu de admiración y de amor vamos a abrir las puertas para que sus corazones se vuelvan a los nuestros también.

¿Se les ocurren otras cosas que podamos hacer con nuestros hijos en este tiempo de cuarentena?


4 comentarios:

  1. Hola Silvina!!!! Hoy descubro tus escritos tan enriquecedores! Gracias!!!! Y amén ! Dios nos está dando un tiempo de quietud muy especial, q seamos sabios en aprovecharlo !!!! Abrazo fuerte y cariños a la flia!!!❤

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  2. Amiga amada gracias por esta reflexion!!!!!

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  3. Silvi querida! Amen a todo esto tan valioso!... que podamos discernir el tiempo que vivimos.. y nos enfoquemos en lo eterno y en lo importante PARA nuestro Señor!
    Por aca Brian tiene que salir a trabajar y aun mas que antes de la cuarentena por las entregas a domicilio... pero con la pinina estamos muy de manualidades, cocina y hasta hacemos ejercicio juntas!... tambien nos tomamos tiempo de mimos, cosquillas y esas charlitas tan ocurrentes y graciosas que tienen a la edad de 3 años... No todo es color de rosa, el encierro a veces genera fastidio estando en un departamento, pero rogando al Señor que me enseñe de su paciencia y amor de padre para con ella... y a soportar la prueba tambien.
    ♥ Saludos a la familia! Naty (la esposa de Brian de Rosario)

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  4. Qué hermoso Silvie! Nosotros estamos disfrutando la cuarentena a pesar de todo por todo eso que decís. Lo vemos como una hermosa oportunidad y también un desafío. Una cosa que también es buena es enseñarles habilidades manuales. Herramientas físicas concretas ante tanta tecnología. A cuidar el cuerpo manteniéndose saludable. Son tantas las posibilidades! Que Dios nos siga dando paciencia y sabiduría! Gracias por tus palabras!

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