domingo, 19 de abril de 2020

¿Aislados o relacionados en intimidad?

Estar aislados por un tiempo puede ser visto como una invitación exclusiva.



¿Alguna vez te invitaron a un evento exclusivo? ¿A una cena para dos? ¿Alguna reunión íntima? ¿Cuantas veces hemos sido invitados a un "retiro"?

Los eventos multitudinarios son atractivos y divertidos, pero solemos perdernos en la multitud. Nada como ser pocos para ser conocidos y conocer a otros en profundidad.

Jesús llama a nuestra puerta para pasar tiempo con nosotros.

"Mira que estoy a la puerta y llamo. 
Si alguno oye mi voz y abre la puerta, 
entraré y cenaré con el y el conmigo." 
Jesús en Apocalipsis 3:20

Me impacta que Jesús no invade nuestros espacios. Llama. Espera que lo escuchemos. Y que le abramos. El quiere aprovechar nuestro aislamiento para estar con nosotros a solas. Quizá en grupos familiares.

¿Será que este tiempo de quietud es para agudizar nuestro oído a este llamado? Jesús está en medio de su iglesia, pero el llama a nuestra puerta para cenar en nuestro hogar. Esta invitación es para creyentes tibios... Que piensan que son ricos y que no les hace falta nada... De golpe nos encontramos con la realidad de que nuestras supuestas riquezas no nos sirven de mucho... Jesús no solo espera para comer con nosotros, ¡El trae la mejor comida!

-Yo soy el pan de vida-declaró Jesús. 
El que a mi viene nunca pasará hambre, 
y el que en mi cree nunca más volverá a tener sed.  
Juan 6:35


"Vengan a las aguas todos los que tengan sed!
¡Vengan a comprar y comer los que no tengan dinero!
Vengan, compren vino y leche sin pago alguno.
¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, 
y su salario en lo que no satisface?
Escúchenme bien y comerán lo que es bueno,
y se deleitarán con manjares deliciosos.
Presten atención y vengan a mí,
escúchenme y vivirán." Isaías 55:1-3

¡Qué oportunidad! Cuando los discípulos lo vieron a Jesús hablar y relacionarse con su Padre vieron algo que no tenían y le pidieron, "¡Enséñanos a orar!".  Orar es conversar con Dios. Hablar y escuchar. Tenemos mucho para decirle en estos días, mucho para pedirle y mucho que preguntar, mucho que aprender. 

"Pidan y se les dará.
Busquen y encontrarán.
Llamen y se les abrirá." Mateo 7:7

Jesús no solo llama a nuestra puerta sino que nos dice que llamemos a la suya. No solo El viene a casa a cenar, nos invita a cenar en la suya.

En la Biblia hay registro de un par de discípulos que invitaron a Jesús resucitado a quedarse con ellos. El no se impuso... esperó a que lo invitaran.

"Al acercarse al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba más lejos. 
Pero ellos insistieron:
-Quédate con nosotros, que está atardeciendo; ya es casi de noche.-
Así que entró para quedarse con ellos. 
Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. 
Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron." 
Lucas 24:28-31

El mejor regalo de esta invitación: ¡que se abran nuestros ojos y reconozcamos a Jesús!





2 comentarios:

  1. Muy bueno e interesante
    Es verdad es un tiempo para estar con Dios y nuestra familia

    ResponderEliminar
  2. Que bueno Silvi, el pasaje de Apocalipsis 3:20. El Señor le estaba hablando a una de las 7 iglesias del apocalipsis, a la única que no le marcó absolutamente nada bueno, nada, nada, y así y todo le dice "compra de mi oro refinado..." "y si me abrís la puerta entro y ceno con vos" tremendo!! Cuanto amor!! Cuanta misericordia!! Cuanto interés vuelve a mostrarnos!! Es tiempo de tener esa cena íntima con nuestro amado Jesús!!!!

    ResponderEliminar